La fotografía de calle es una disciplina dentro de la fotografía que busca capturar momentos espontáneos en espacios públicos, generalmente sin intervención del fotógrafo. No se trata de planear o dirigir una escena, sino de observar y reaccionar ante lo que sucede en el entorno: personas en movimiento, gestos fugaces, contrastes, luces y sombras, composiciones accidentales o símbolos de lo cotidiano.
Aunque suele centrarse en lo urbano, no está limitada a las ciudades. Lo esencial es la mirada del fotógrafo: una atención especial a los detalles que otros suelen pasar por alto. La fotografía de calle no solo documenta; interpreta, sugiere y a veces cuestiona. Es una forma de contar historias sin palabras, donde lo común puede volverse extraordinario con solo encuadrarlo.